Decía una canción del ya mítico rockero Rosendo: "...Prometo estarte agradecido" Sin duda podría ser este un tema que el ex-jugador de fútbol del R.Madrid Royston Drenthe debería de escuchar, memorizar y aplicarse apartir de ahora.
Este holandés melenudo de trenzas atléticas, pies ligeros y unas cualidades técnicas futbolísticas escondidas del mundo, fué presentado hace unos días en su nuevo club el Everton inglés. Poco ha tardado en sumarse a la moda de hablar del anterior club, algo que sea dicho de paso no hace si no dañar la imagen del fútbol y en general y de ese jugador en concreto. Pues bien, en estas declaraciones por más que sean leídas no se aprecia palabra de agradecimiento alguna, algo que sin duda le debe al club de Chamartin y por supuesto al Hércules de Alicante.
Desde que aterrizó en el año 2007 en Madrid se ha considerado un jugador por explotar y promesa, esa promesa pasó a ser un segundo plano apartada de la realidad del deporte por sus desvaríos profesionales día a día. Hechos como este han minado su imagen tanto futbolística como personal, llevándole a salir por la puerta de atrás del R.Madrid y ha formar una imagen exterior de su persona tan triste como cercana a lo que refleja cada acto suyo.
No podemos negarle que se ha ganado un hueco en el mundo del fútbol, lo malo de esto es que le hueco se lo ha hecho en el grupo de las eternas promesas. Un grupo formado por todos aquellos jugadores que acaban sus carreras como las empezaron, siendo promesas del deporte con nada demostrado y mucho por demostrar.
El ansia del fútbol español por traer extranjeros a nuestra liga hace que estos "personajes" aterrizen como desconocidos y marchen con varias cruces en su carrera. La primera el hecho de cerrarle las puertas a un canterano nacional que seguro que es mejor que él 100 veces, la segunda tratar de destacar como sea deshaciendo más que haciendo si es preciso, y la tercera la simple anécdota en la que se convierte su carrera futbolística, pues ellos solos se encargan de devaluarla.
En el caso de Drenthe, le debe gratitud eterna a R.Madrid por darle a conocer y creer un día en él, y al Hércules por darle una nueva oportunidad cuando nadie en esta liga creía en él. Ahora en Inglaterra hereda el número 10 que ha dejado Mikel Arteta en el Everton. Un dorsal sin duda demasiado grande para un jugador que cada año se hace más y más pequeño.
2 comentarios:
Es lo que tiene la operación salida cada verano en los equipos, el que sale muta los afectuosos y resabidos topicos de :voy al mejor club del mundo, he venido a triunfar, etc. por los adioses más amargos, sic transit gloria mundi
EN el caso de este jugador, nunca debería de haber llegado a nuestro fútbol
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